martes, 7 de agosto de 2012




CUESTA ABAJO



Si arras­tré por este mundo la ver­güenza de haber sido
y el dolor de ya no ser, 
bajo el ala del som­brero
cuán­tas veces embo­zada 
una lágrima aso­mada
yo no pude contener.


Alfredo Le Pera

Un des­en­ca­de­nante de situa­cio­nes pre­vias con­for­man el pre­sente. 

Durante este último tiempo se ha ace­le­rado el mali­cioso ava­sa­lla­miento a la socie­dad.

Es pre­ciso tomar debida cuenta de los suce­sos que como tor­be­llino anun­cian el 
inmi­nente peli­gro del total some­ti­miento de los habi­tan­tes, por parte de la tiranía .

La expo­si­ción a la con­ta­mi­na­ción visual y audi­tiva forma parte de la des­me­sura y 
gro­se­ría, por medio de la cual se hos­tiga por cadena nacio­nal a todo quien ose 
expo­ner la reali­dad que impera en el país. 

Las sis­te­má­ti­cas vio­la­cio­nes a los dere­chos y garan­tías, de los ciu­da­da­nos diri­gi­das desde el atril por esa señora con dis­fraz de demó­crata, así lo expli­ci­tan. 

La Inva­sión a los dere­chos y a las liber­ta­des indi­vi­dua­les que­da­ron en claro tras el con­ti­nuo aper­ci­bi­miento de la señora Kir­ch­ner en oca­sión de fus­ti­gar a medios y 
ciu­da­da­nos con tal impo­ner el deni­grante argu­mento oficial.

Mien­tras se expan­den las tor­men­tas de humi­lla­cio­nes. 

Difa­mar, calum­niar e inju­riar son ver­bos que se con­ju­gan para piso­tear a los 
ciu­da­da­nos, recu­rriendo a todas las arti­ma­ñas, habi­das y por haber para cul­par­los por medio de ener­van­tes acu­sa­cio­nes de los fra­ca­sos de nueve años de ges­tión corrupta.

Mien­tras como en la letra del tango todo se encauza cuesta abajo, las estra­te­gias del kir­ch­ne­rismo se basan en poner más leña al fuego.

Encen­dida la hoguera, las lla­ma­ra­das se extien­den a lo largo y ancho del país para dis­ci­pli­nar a los rebel­des, al tiempo que se incre­men­tan las luchas por el poder den­tro de la mafiosa cor­po­ra­ción polí­tica coman­dada por la viuda.

Es irri­tante y por demás revul­sivo el des­caro con que la señora por medio de la 
“auto­ri­dad usur­pada “lanza sus dar­dos enve­ne­na­dos sobre los que no puede 
silen­cia. 

A tra­vés de su cadena de des­pres­ti­gio, pros­ti­tu­ción, cas­tigo y guarangad,como así, ha que­dado demos­trado en sus últi­mas apariciones.

El avance per­verso de un plan ten­diente a trans­for­mar el país en un antro coman­dado por delin­cuen­tes se expande desde el rui­noso relato del país de ensueño y el pue­blo feliz en el que los barra­bra­vas son due­ños de una pasión ili­mi­tada que merece ser 
imi­tada, según el par­ti­cu­lar gusto de la hués­ped de la Casa Rosada y su visio­na­rio selecto sobre el bardo, la arenga y el des­con­trol en los esta­dios, muy pro­pi­cioso según el pen­sa­miento emi­tido por la señora al res­pecto -” 

Pero esa gente que todo “se gual”, a mí per­so­nal­mente no me gusta; a mí me gusta mucho la gente pasional.”(sic), por medio del cual alentó a la pobla­ción a una gue­rra pasio­nal en la que rom­per todo y matar al pró­jimo, sonó como un acto pro­mo­cio­nado por esa mujer para quien todo ” se gual”, cuando está reñido con la vio­len­cia, ya sea esta en el fút­bol o pro­ducto de la inse­gu­ri­dad. 

Tomando una frase. dicha por esa misma Señora, diri­gida a los medios y apli­cán­dola a su ges­tión, sola­mente efec­tuando algu­nos míni­mos cam­bios encon­tra­ría­mos en ella una reali­dad a gri­tos ” la ver­dad no le importa un pito de estas cosas, el dolor de las víc­ti­mas, lo que sufren; lo único que les interesa es cómo mani­pu­lan ese dolor para cau­sar daño, para estig­ma­ti­zar, para mentir”.

Mien­tras el país real y su gente se encuen­tran a la deriva, el régi­men aumenta los con­tro­les y res­tringe las liber­ta­des de los ciu­da­da­nos de bien, al tiempo que le otorga liber­ta­des a vio­la­do­res, ase­si­nos, nar­co­tra­fi­can­tes y barra­bra­vas encu­briendo esas sali­das ideo­ló­gi­cas, tras la mar­que­sina ofi­cial de bata­lla cul­tu­ral y socia­li­za­ción de pre­sos a cargo de un lla­mado Vata­yón Mili­tante, que no es otra cosa que un grupo de adoc­tri­na­miento creado por al kirchnerismo.

La poli­ti­za­ción de los reclu­sos y su par­ti­ci­pa­ción en actos kir­ch­ne­ris­tas ava­la­dos por esa mujer que dice gober­nar para algu­nos de argen­ti­nos, alienta todo tipo de 
con­je­tu­ras, sobre­todo la for­ma­ción de gru­pos de cho­que que como sol­da­dos del 
régi­men se ocu­pen de gene­rar situa­cio­nes vio­len­tas con­tra todo aquel que renie­gue de las medi­das toma­das por la tira­nía o cues­tione el paté­tico y men­ti­roso argu­mento de la viuda eterna.

Y como nada es casual en este circulo vicioso, la jus­ti­cia revo­lu­cio­na­ria que tra­baja a des­tajo para que el kir­ch­ne­rismo. 

Los jove­nes idea­lis­tas y las vie­jas Car­lotto y Bona­fini, esas que hicie­ran de la 
ven­ganza un nego­cio fami­liar redi­tua­ble, piso­teando los dere­chos huma­nos hasta con­ver­tir­los en armas peli­gro­sas, para con­de­nar a las FF. AA por ganar esa gue­rra sucia ini­ciada por delin­cuen­tes terro­ris­tas durante gobier­nos democráticos.

Ahora tras el ribom­bante nom­bre de “jove­nes idea­lis­tas” se encuen­tran ins­ta­la­dos en el poder, mane­jan sus pro­pias leyes, al mar­gen de la Cons­ti­tu­ción y la com­pli­ci­dad de una pros­ti­tuida Corte Suprema de Jus­ti­cia, que en un caso sin pre­ce­den­tes con­si­deró pros­cripta y defi­ni­ti­va­mente con­cluida, la inves­ti­ga­ción del ata­que come­tido por el ejer­cito de Mon­to­ne­ros a la Super­in­ten­den­cia de Segu­ri­dad de la Poli­cía Fede­ral, 
Pre­cí­sa­mente en el come­dor de per­so­nal de la fuerza. 

Ocu­rrido el 2 de julio de 1976 a las 13.20 horas, cuando se pro­dujo el esta­llido de un explo­sivo que causo la muerte de 23 per­so­nas y 66 heri­dos. 

Siendo este el aten­tado más audaz pro­vo­cado por el terro­rismo marxista.

Los acu­sa­dos por el ata­que que reci­bie­ron el bene­fi­cio del fallo fue­ron quien ejer­cía la jefa­tura de Mon­to­ne­ros, Mario Fir­me­nich; Hora­cio Ver­bitsky, Laura Sil­via Sofo­vich, Mar­celo Kur­lat, Miguel Angel Lau­letta, Nor­berto Habeg­ger y Lila Vic­to­ria Pas­to­riza, 

En tanto los miem­bros de la corte que decla­ra­ron como inad­mi­si­ble el recurso 
pre­sen­tado por los fami­lia­res de las víc­ti­mas. 

Y rubri­ca­ron el fallo con sus fir­mas fue­ron los jue­ces Ricardo Loren­zetti, pre­si­dente de la Corte; Elena High­ton de Nolasco; Juan Car­los Maqueda, y Raúl Zaffaroni

Sin nin­gún tipo de aná­li­sis y a pesar de que las prue­bas exis­ten­tes que con­de­nan a los acu­sa­dos del abe­rrante hecho, el tri­bu­nal puso fin a la causa, dejando cons­tan­cia que la jus­ti­cia no podrá vol­ver a inves­ti­gar el feroz aten­tado, motivo por el cual las 
víc­ti­mas del terro­rismo armado fue­ron masa­cra­das nue­va­mente por esa corte que dice impar­tir jus­ti­cia, cuando en reali­dad. 

Inclina la balanza a favor de los vic­ti­ma­rios, de forma ser­vil y per­versa.

La Pre­sen­ta­ción de los que­re­llan­tes des­es­ti­mada por la corte, soli­ci­taba encua­drar el san­griento aten­tado como ” un cri­men de lesa huma­ni­dad, ” ya que este como otros per­pe­tra­dos por el terro­rismo res­pon­dían a “un ata­que sis­te­má­tico y orga­ni­zado 

con­tra una pobla­ción civil”, un con­cepto que fue con­sa­grado inter­na­cio­nal­mente por el Esta­tuto de Roma, el cual no dis­cri­mina, ni jus­ti­fica, quien o quie­nes pue­den 
come­ter crí­me­nes tipi­fi­ca­dos como de “lesa huma­ni­dad,” es decir que no solo el Estado puede ser encua­drado den­tro de este con­cepto, sin embargo la corte, como era de espe­rar rechazó ese cri­te­rio, otor­gando así, un fallo favo­ra­ble para quie­nes come­tie­ron el san­griento y bru­tal atentado.

Abo­gando a un sis­tema defec­tuoso, con una carga amo­ral y falta de ética los jue­ces del poder judi­cial, nega­ron jus­ti­cia a las víc­ti­mas del terro­rismo, sin embargo son permea­bles de ritua­li­zar y tea­tra­li­zar el des­borde de una gue­rra mor­tí­fera impuesta por el poder de turno en con­tra de los mili­ta­res. por el solo hecho de haber com­ba­tido a ese terro­rismo que hoy pre­tende cul­mi­nar su plan, ese mismo que formó ejér­ci­tos terro­ris­tas para tomar el poder e implan­tar la revo­lu­ción castrocomunista.

Los que masa­cra­ron inocen­tes por medio de explo­si­vos, secues­tra­ron, tor­tu­ra­ron en las cár­ce­les del pue­blo, fusi­la­ron muje­res y niños, ase­si­na­ron poli­cías, inte­gran­tes de las FF. AA, empre­sa­rios … son los mis­mos que diri­gen la jus­ti­cia revo­lu­cio­na­ria en la cual todo argu­mento es admi­si­ble, desde tes­ti­gos fal­sos, hasta his­to­rie­tas 
des­ca­be­lla­das, incluso fal­sear la his­to­ria para con­ver­tir a los vic­ti­ma­rios en víc­ti­mas, mien­tras dis­fru­tan los jui­cios infa­mes a inte­gran­tes de la FF. AA y ali­men­tan su odio, como su sed de ven­ganza al ver­los ence­rra­dos en pau­pé­rri­mas maz­mo­rras, mien­tras ellos gozan de abso­luta impu­ni­dad, estos pre­sos polí­ti­cos con­de­na­dos a muerte por el  sal­va­jismo de la falta de aten­ción pro­ducto del aban­dono de persona, mueren en las cár­ce­les, sin  ser alcan­za­dos por lo que esta­blece la Cons­ti­tu­ción

Que según la viuda bene­fi­cia a los con­vic­tos, con sali­das cul­tu­ra­les, entre­te­ni­mien­tos, buena comida, lim­pieza y un sueldo mínimo de $2.300, que pagan los ciu­da­da­nos como pre­mio a los deli­tos come­ti­dos por los reos, sin impor­tar que esos mis­mos 
ciu­da­da­nos resul­ten ser las víc­ti­mas de estos delin­cuen­tes pro­te­gi­dos por ese Estado bene­fac­tor, que no se ocupa de la segu­ri­dad de las per­so­nas de bien.

Mien­tras todo se des­borda, la socie­dad, con­ver­tida en un grupo opri­mido y sote­rrado, no atina a hacerse cargo de su pro­pio equi­li­brio y en con­se­cuen­cia de su ver­da­dera iden­ti­dad. 

Si el trá­gico cono­ci­miento que dis­po­nen no lo demos­trara con cre­ces, sería difí­cil de creer que gente de tan escasa valía con­trole los des­ti­nos de millo­nes de per­so­nas, o al menos pare­cerlo, dado que en reali­dad no son más que pro­duc­tos abso­lu­ta­mente miserables.

Si la socie­dad no reac­ciona a tiempo y no com­prende que debe for­jar su pro­pio des­tino, por que en la vereda de enfrente no hay nada, puesto que la opo­si­ción no existe.

Única­mente com­pro­me­tién­dose podrá con­se­guir fre­nar la eter­ni­dad que pre­tende ins­ta­lar la tira­nía mar­xista, bus­cando entre los ciu­da­da­nos hones­tos y capa­ces una nueva casta que no per­te­nezca a la polí­tica, pero que incur­sione en ella con voca­ción patrió­tica, para res­ca­tar a esta Argen­tina de las fau­ces del enemigo.


Autor: Susana Sechi 

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